Recientemente comencé a hacer ejercicio para ponerme en forma y también para aliviar algo de estrés y tener algo de tiempo para mí (¡lo que no sucede muy a menudo con 4 niños!).
Hoy hice una clase de yoga estupenda. Me encanta el yoga porque es tranquilo, relajante, tranquilizador, pero también es un gran ejercicio. Me considero principiante, ya que han pasado varios años desde que practiqué yoga religiosamente. Durante la clase, el profesor nos desafió con muchas posiciones. En particular, había una posición llamada "El pájaro del paraíso". Nunca había hecho esta posición antes y, por lo tanto, estaba un poco indecisa en probar.
He incluido una imagen para que puedas ver esta exigente posición. Pero empezamos en una "sentadilla de sumo" y luego pusimos un brazo debajo de una pierna y el otro brazo detrás de la espalda. Luego unimos las manos. Hice esta parte (la primera imagen) y pensé: "Está bien... ¡lo estoy haciendo bien!"
(¡Por cierto, este no soy yo!)
Luego la maestra nos desafió a pararnos sobre una pierna. ¡Parecía hacerlo con facilidad! Se podía escuchar a otros en la clase intentarlo y fallar o simplemente decir "¡Sí, claro!" y reírse. Bueno, apreté los dientes e intenté pararme. Ni siquiera estuve cerca de hacerlo y rápidamente caí de trasero. ¡Por suerte la clase estaba en una sala oscura, no me sentí demasiado avergonzada!
En este mundo, no hay demasiadas segundas oportunidades. Por suerte para mí, en yoga siempre tienes una segunda oportunidad porque tienes dos piernas. ¡Lo que haces con una pierna lo tienes que hacer con la otra! Así que cambiamos de pierna, hicimos la "sentadilla sumo", junté mis manos y todos intentamos ponernos de pie de nuevo. ESTA vez, puse todo el peso de mi cuerpo sobre el pie plantado. Estaba pensando: "Está bien... ¿debería parar aquí para no caerme de culo otra vez?" Pero mi mente estaba decidida. Estiré lentamente esa pierna de apoyo y me puse de pie. Estaba a medio camino cuando mi pierna de apoyo empezó a flaquear. Se movía y pensé, por una fracción de segundo, en dejarme llevar por esa pierna y caer. Pero en cambio, mi mente me dijo : "¡Vas a hacer esto!" . Y justo después de decirme eso a mí mismo, mi pierna dejó de tambalearse y pude estirarla por completo y ponerme de pie.
¡Me quedé asombrada! ¡Me quedé asombrada por mi cuerpo y por lo que era capaz de hacer! ¡Nunca imaginé que tenía lo necesario para lograr ese movimiento tan complicado! ¡Me sentí tan orgullosa de mí misma! ¡Salí de esa clase de yoga un poco más alta ese día!
No dejé de pensar en esta experiencia durante todo el día. Fue una experiencia maravillosa y me di cuenta de que esta historia se puede aplicar a mi vida y a mi negocio de paparazzi.
Aquí hay algunas lecciones que aprendí en esa clase que se pueden aplicar a su negocio de Paparazzi o si está pensando en convertirse en un consultor de Paparazzi:
¡No tengas miedo de probar cosas nuevas!
Recién comencé en este gimnasio y tenía dudas sobre si probar la clase de yoga o no. Sin embargo, decidí lanzarme y me compré una esterilla de yoga para sentirme preparada.
¡Compara esto con convertirte en un consultor de paparazzi! Puede ser aterrador comenzar algo nuevo. ¡Todos lo hemos experimentado! Pero si decides hacerlo (¡y creo que deberías hacerlo!), ¡anímate y lánzate de lleno! ¡Es mejor que lo hagas! ¡Inscríbete con ese kit de inicio! ¡Es la manera perfecta de saber que estás preparado para tu nueva aventura!
¡Tendrás un Instructor!
Al igual que en una clase de yoga, hay un profesor que te ayuda a lo largo del camino. Este profesor te indica qué posiciones adoptar. El profesor también te plantea desafíos para mejorar tu flexibilidad, resistencia, concentración y también tu fuerza. Yo, o quienquiera que sea tu patrocinador, somos como el instructor de yoga.
Como patrocinador, estoy ahí para guiarte. Puedo ofrecerte orientación y enseñarte cómo tener un negocio exitoso de Paparazzi. Lo hago a veces planteando desafíos a mi equipo. Lo hago para ayudar a que tu negocio crezca y también para ayudarte a descubrir las cosas de las que eres capaz. Para enfrentar algunos de estos desafíos, tendrás que salir de tu zona de confort. Puede que te caigas de culo o que puedas erguirte y aprender algo nuevo sobre ti mismo que ayude a tu negocio.
¡Crecerás como persona!
Antes de Paparazzi, yo era como cuando estaba en el nuevo gimnasio. No estaba segura de mí misma, pensaba que era "solo una mamá", tímida y reservada. A medida que he trabajado en mi negocio de Paparazzi, he descubierto cosas que nunca supe que tenía dentro de mí (¡muy parecido al movimiento Bird of Paradise!). Me he sorprendido de lo lejos que he llegado personalmente. He crecido y, a medida que eso ha sucedido, mi negocio también ha crecido. Ahora siento que sé lo que estoy haciendo y estoy orgullosa de ello y de mis logros, ¡tal como me sentí al salir de esa clase de yoga!
¡Otros pensarán que no pueden hacerlo!
Al igual que en clase, los que me rodeaban se caían de la posición o ni siquiera lo intentaban. Pensaban: "¿Para qué intentarlo si me voy a caer de culo?". Es posible que tú también pienses eso si estás pensando en unirte. Si ya eres consultor, es posible que veas a los que te rodean desanimados o que abandonan. Puede haber consultores que piensen que, solo porque no tienen éxito en las fiestas en casa, los eventos o las ventas en línea, cuando escuchan que otros consultores tienen éxito en esas áreas, es mejor que abandonen.
¡No caigas víctima de eso!
¡Debes recordar que este es TU negocio!
¡La forma en que manejas tu negocio es TU manera! Al igual que la flexibilidad y la resistencia de tu cuerpo pueden ser diferentes a las de tu vecino practicante de yoga. Claro que es frustrante cuando la persona que está a tu lado es más flexible y fuerte que tú, pero debes hacer lo que sea mejor para TI. Así que, el hecho de que escuches que Suzie es muy buena vendiendo en eventos y que a ti no te ha ido tan bien en esos, no significa que debas rendirte.
¡Puedes hacerlo...ponlo en mente!
Una parte de mí quería dejar de hacer ese movimiento de yoga, pero hice que mi mente le hablara a mi cuerpo y le dijera: "¡ Vas a hacer esto!", y mi cuerpo escuchó. ¡La mente sobre la materia! Si tu mente te dice que vas a hacer algo... ¡es probable que lo HAGAS! Pero también funciona de forma negativa. Si tu cerebro te dice que nunca podrás alcanzar el siguiente nivel de paparazzi o hacer ese siguiente movimiento de yoga, entonces probablemente no lo lograrás. Tienes que tener un punto de vista positivo y alentador. Y luego, una vez que hayas alcanzado ese siguiente nivel o lo que sea que estés buscando, es más fácil establecer y lograr metas nuevas y más difíciles porque ya te habrás demostrado a ti mismo que ¡PUEDES hacerlo!
He visto en mi propio equipo a personas que vienen a decirme que no pueden reclutar. Han intentado todo para formar un equipo, pero no lo consiguen. Les doy consejos y una charla motivadora y recuperan la confianza. Intento inculcarles que ¡SÍ PUEDEN hacerlo! Y antes de que me dé cuenta, están dando la bienvenida a un nuevo consultor en nuestro grupo de Facebook. Y una semana o dos después, ¡dan la bienvenida a otro recluta! Parece que una vez que has superado ese obstáculo, el resto llega fácilmente. Tienen una sensación renovada de autoestima y confianza. ¡Igual que sentí cuando salí de esa sala de yoga!
Estoy seguro de que hay muchos más casos en los que podría relacionarme con esta analogía, pero ya entiendes la idea. ¡Espero no haber divagado demasiado! Pero, para resumir:
¡Sepa lo que quiere lograr y VE POR ELLO!
¡Me encantaría estar allí y animarte!
